¡Feliz aniversario! El 30 de julio se cumplieron cinco años del nombramiento de Jorge Vilda como seleccionador femenino español, así que ¿qué mejor momento para compartir esta entrevista exclusiva de Nick Aitken, reportero de She Kicks afincado en España?
En esta charla en profundidad, Jorge Vilda habló de la progresión del fútbol femenino español, de cómo la selección exigió al máximo a Estados Unidos en Francia 2019, de María Pry —la talentosa entrenadora del Levante que también pasó recientemente por los micrófonos de She Kicks—, del aplazamiento de la EURO femenina, del rol de Virginia Torrecilla en la selección y de su actual lucha contra el cáncer, de cómo preparar a las futbolistas para lidiar con la incertidumbre de las situaciones en las que interviene el VAR, de lo que significa dar clases de táctica a Fernando Torres y Xabi Alonso… ¡Y mucho más!
She Kicks: Jorge, nos conocemos desde hace ya ocho años, pero su aventura en el fútbol femenino empezó en 2008. De todos los avances que ha experimentado el fútbol femenino español en este periodo, ¿qué es de lo que más satisfecho está?
De todo lo que está sucediendo a nivel general en el fútbol femenino español, pero también de que las selecciones jueguen de una manera, persigan la victoria con un juego, de una determinada forma que se viene trabajando durante mucho tiempo. Y, sobre todo, que es un estilo conocido y reconocido por mucha gente. Lo mejor de todo es que pienso que el margen de mejora, tanto de las selecciones como de nuestra liga, todavía es amplio, y trabajamos duro cada día para seguir mejorándolo.
La Eurocopa Femenina de 2021 se ha aplazado un año. ¿Cree que podría beneficiar a España, dada la cantidad de talento que está brotando de las categorías inferiores de la selección?
Al final, las decisiones que se adoptan, así como los cambios y los aplazamientos, los tenemos que positivizar y buscar cómo se les puede sacar el máximo provecho. Ahora mismo, aún tenemos que jugar cinco partidos para esa clasificación, pero tenemos la ilusión de estar en Inglaterra 2022. Es una ilusión tremenda. Pero, si realmente conseguimos clasificarnos, lo vemos como que vamos a tener un año más para prepararnos y llegar en mejores condiciones a esa fase final de la Eurocopa.
©️📸 Eidan Rubio @RFEF
¿Es difícil encontrar el equilibrio entre respetar a las jugadoras más veteranas que tanto han aportado a la selección a lo largo de estos años y abrirles las puertas a las más jóvenes?
Sí que son decisiones duras. Es lo más difícil, yo creo, de mi profesión, porque al final son 23 jugadoras las que puedes seleccionar. Y la verdad es que cada vez hay más jugadoras con nivel más que suficiente para estar en la selección, incluso saber que pueden dar rendimiento y ser competitivas, pero tenemos que elegir a 23. Los criterios son muchísimos: en cuanto al estado de forma, en cuanto a la calidad, a lo que han hecho con la selección, a lo que han hecho con su club… Al final, la decisión es un compendio de muchísimos, muchísimos aspectos y muchísimas variables que, con la ayuda del cuerpo técnico, intentamos recopilar y tomar las decisiones más justas en base a esa información. Eso sí, es una decisión que siempre se va a tomar teniendo en cuenta el rendimiento que nosotros podemos presuponer a esa jugadora seleccionada.
Hace poco entrevistamos a María Pry, entrenadora del Levante, y nos contó lo impresionada que estaba por el trabajo que han hecho usted y su equipo en la selección, así como por la calidad y la variedad de futbolistas que hay para elegir.
Sí. Esa calidad y variedad está presente tanto en los equipos jóvenes de las selecciones como en la primera división española, que cada vez tiene más nivel. Y en esa segunda división que hemos creado con dos grupos, norte y sur, y que ya se estrenó la temporada pasada. Yo creo que va a ser clave también para que esas jugadoras jóvenes sigan mejorando. Les hemos dado esa estructura para que todos los fines de semana tengan un estímulo competitivo acorde a sus condiciones y a su edad. Al final, se van a crear más problemas positivos, porque cada vez va a haber mejores jugadoras seleccionables. Pero es que nuestro trabajo a nivel federativo consiste en eso, en que se aumente la participación, el número de licencias, y que eso se acabe traduciendo en tener jugadoras con mayor nivel.
En su opinión, ¿cuáles son las principales virtudes de Pry? ¿Qué hay que hacer para facilitar que haya más entrenadoras al frente de los equipos de la Primera Iberdrola?
María es una gran entrenadora y así lo ha demostrado en el Betis y en el Levante. De todas las cualidades de María, la primera es que entiende a la futbolista, porque ella ha jugado al fútbol. Pienso que eso es un punto a favor en un entrenador, porque así puede empatizar y saber lo que necesita cada jugadora en cada momento. También ha demostrado tener un amplio conocimiento de sistemas de juego y de cómo preparar los partidos, porque ha sido capaz de variar sistemas y, en mi opinión, de sacar buen rendimiento a muchas jugadoras.
Y luego tenemos retos por delante, como el que dices de que haya más participación femenina en la primera división como primeras entrenadoras. Cabe señalar que la [Real] Federación Española está volcada en la formación de entrenadoras para que puedan desarrollar su profesión. Y nosotros directamente también, incluso yo mismo, que soy profesor de la escuela nacional de entrenadores. Allí he tenido de alumnos a exjugadores como Xavi Hernández, Xabi Alonso o Fernando Redondo y a exjugadoras como Montse Tomei, Natalia Pablos o Laura del Río. Además, hay jugadoras internacionales que están sacándose las licencias A, B y Pro junto a ellos. Cada vez hay más entrenadoras de nivel, y creo que es cuestión de tiempo no solo que haya entrenadoras en la primera división femenina, sino que también haya entrenadoras responsables en el fútbol profesional masculino.
En término técnicos y tácticos, ¿podría comparar el rendimiento de la selección española en la Eurocopa de 2017 y la Copa Mundial Femenina de 2019, los dos grandes torneos en los que la ha dirigido?
Es un equipo con más confianza en sí mismo, un equipo más consolidado, con más experiencia; un equipo más rodado, más trabajado en todos los aspectos, con muchos aspectos a mejorar, por supuesto. Pero un equipo, una selección que, después del Mundial, puede mirar a los ojos a cualquier selección. Las victorias contra las grandes potencias están empezando a llegar, y trabajamos para que en el futuro sean más.
¿Qué importancia tienen esas victorias contra las grandes potencias en el apartado psicológico?
Los entrenadores miramos el rendimiento de los equipos, pero al final a todos se nos valora por el resultado. Y todo el mundo juega para ganar. Nosotros también jugamos para ganar. Cuando empiezan a llegar las victorias importantes o cuando no consigues el triunfo, pero ves que estás muy cerca de las grandes potencias en cuanto a rendimiento, eso también te alienta para seguir trabajando y seguir recortando distancias.
En el pasado Mundial femenino quedó patente la importancia que tienen las centrocampistas como Amandine Henry, Julie Ertz y la española Virginia Torrecilla en los grandes equipos. ¿Qué le parece la evolución de Virginia, con la que lleva trabajando desde la sub-19?
Para nosotros, para nuestra filosofía de juego o nuestro modelo de juego y nuestro sistema, la de mediocentro es una posición clave. En este caso, en el Mundial, la ocupó Virginia Torrecilla. Es el eje del equipo. Aquí, cabe destacar que Virginia ha mejorado mucho la parte defensiva de su juego en los últimos años. Ha entendido muy bien los conceptos, conceptos como el de custodia, que le llamamos nosotros. Es el que, aunque estemos atacando, ella ya está preparada para defender. Es capaz de recuperar muchísimos balones y de frenar muchísimos contraataques simplemente con su posición y su anticipación. Y creo que eso le ha dado muchísimo, muchísimo a la selección. Es algo que hemos trabajado con vídeos, en el campo, en lo que hemos invertido muchas horas, pero son horas bien empleadas, porque le aporta muchísimo al equipo.
¿Cómo va la recuperación de Virginia después de su operación? [Nota del editor: a Virginia le extirparon un tumor cerebral maligno y está en tratamiento de quimioterapia. Puedes seguirla en Instagram en @virginiatr6].
Bueno, ella está animada, es positiva. Sabe que ahora le queda una dura carrera. Hablo con ella y estoy muy informado, pero desde aquí le quiero mandar muchísimo ánimo, porque, hasta ahora, ha podido con muchas dificultades en su vida. Quizás ahora es el rival más difícil que tiene por delante, pero yo sé que ella y, sobre todo, con el apoyo, la ayuda y con el cariño que le tenemos todos, va a poder vencer a este difícil rival.
En el fútbol masculino inglés, el rol de mediocentro lo revolucionó Claude Makélélé con su llegada al Chelsea. Allí no estábamos acostumbrados a ver a centrocampistas defensivos así: se posicionaba tan bien que no le hacía falta ir al suelo para cortar el balón.
Sí, ese es el perfil. Es cuestión de anticipar la jugada, de saber dónde tienes que estar colocado. Y eso se trabaja. Yo le he puesto directamente un ejemplo claro tanto a Virginia como a Patricia Guijarro: Sergio Busquets. Si tú ves cómo está colocado Busquets cuando el equipo está en campo contrario, cuando está en posesión del balón, aprendes muchísimo, porque él ya está anticipando que puede haber una pérdida y dónde tiene que ir para cortar ese balón. Es maravilloso, porque es un trabajo que no se ve si no te fijas, pero que le aporta muchísimo, muchísimo al equipo.
©️📸 Eidan Rubio @RFEF
España le puso las cosas muy difíciles a Estados Unidos en los octavos de final del pasado Mundial. Al final, las campeonas del torneo necesitaron de dos penaltis para eliminarles. ¿Cuáles fueron las claves tácticas que impidieron a la selección estadounidense sentirse cómoda en aquel partido?
Partíamos de la premisa y la convicción de que podíamos ganar el partido. Eso es lo primero. El equipo estaba convencido, estaba mentalmente preparado para competir contra las mejores, que luego demostraron que lo fueron, porque nos ganaron y ganaron el Mundial. Y luego el partido se preparó de una forma, la estructura del equipo tenía una forma. Hubo que cambiarla por la lesión de Vicky Losada, cuando recibe ese rodillazo en el ojo y sale Nahikari y se cambia el sistema: pasamos de un 4-3-3 a un 4-2-3-1, que también estaba pensado cambiar, porque quizás ellas estaban teniendo más facilidad de la que nosotros deseábamos con la salida de sus centrales. Pero nos preparamos para ser nosotros, para hacer nuestro juego ofensivo. Quizás nos tocó defender más tiempo del que nosotros estamos acostumbrados, y también más cerca de la portería de lo que estamos acostumbrados.
La verdad es que el equipo lo entendió muy bien, cerrándose en esos espacios por dentro y tapando bien sus bandas, que es donde pensábamos que podía venir el mayor peligro, tanto por la izquierda, con [Megan] Rapinoe, como por la derecha, con [Tobin] Heath. Entonces cambiamos el sistema. Pienso que el equipo funcionó mejor con el 4-2-3-1. ¿Qué nos faltó? Nos faltó lo que hemos tenido en la SheBelieves [Cup], donde tuvimos más personalidad, pudimos tener más el balón, tener más el control, jugamos en campo contrario y eso nos permitió incluso poder defender mejor, estar más frescos para defender y más frescos para atacar.
En el segundo y decisivo penalti, los responsables del VAR tardaron una eternidad en tomar su decisión. ¿Qué se le pasó por la cabeza durante la espera?
Sí que es verdad que, en el segundo penalti, me parece que pasaron seis minutos desde que lo pita hasta que lo revisa en el VAR. Y luego, al final, acaba dándolo. ¡Seis minutos! Y lo revisaba una vez, otra vez y otra vez. Yo realmente pensaba que no lo iba a pitar, porque cuando lo pita después de haberlo visto tantas veces es que tiene muchas dudas. Al final, lo pitó. Pero si repasas el partido, quizás hubo más penaltis que nos podrían haber pitado y no se pitaron. Es decir, no creo que la culpa o la responsabilidad de no haber ganado fuera de la árbitra.
Y sí pienso que, si nosotros hubiéramos conseguido ser más nosotros con el balón y ser la España reconocible por todos, como habíamos demostrado en la SheBelieves, podríamos haber ganado ese partido. Pero, claro, las catedrales no se hacen en un día y nosotros estamos construyendo nuestra catedral. Estamos poniendo nuestros pilares, y estoy convencido de que ese día pusimos uno. Fue una derrota, sí, pero una derrota de las que consigues aprender y que construyen para el futuro.
¿Cómo prepara a sus jugadoras para momentos así en los que todo el mundo está esperando una decisión y, al final, es desfavorable? ¿Es útil utilizar herramientas como Headspace para mantener la calma y la concentración?
Sí. Además, lo habíamos preparado. Lo preparamos antes del Mundial, cuando ya se decidió que iba a haber VAR. Tuvimos reuniones con el responsable de los árbitros en España. Nos ilustró, nos advirtió de posibles situaciones, y uno de los detalles que nos comentó es que, después de la revisión de un gol, tanto si te lo anulan como si te lo dan, sí que hay posibilidad de encajar un gol. Es decir, que baja la concentración, baja también un poco la intensidad del equipo y estamos preparados para ello. Y yo creo que se notó. Se notó, porque pitan el penalti, se revisa mucho, nos acaban metiendo el gol, pero luego el equipo reacciona muy bien y vamos a por la victoria. Seguimos yendo al campo contrario y tenemos alguna ocasión de gol, es decir, no bajamos los brazos. Y eso, aparte de por el buen hacer de las jugadoras, el carácter competitivo y ganador, es porque también se anticipó que esas situaciones se podían dar en el Mundial y se entrenó.
Hace unos años, eran varias las internacionales españolas que jugaban en otros países, como Vero Boquete, Marta Corredera, Vicky Losada, Natalia Pablos, la propia Virginia… Sin embargo, prácticamente la totalidad de las integrantes de la selección española actual militan en España. ¿Es un reflejo del crecimiento del fútbol femenino nacional? ¿Le gustaría ver a más futbolistas españolas dar el salto al extranjero?
Sí. Antes, si las jugadoras querían evolucionar, si querían seguir mejorando, tenían que salir de España. Ahora, la verdad, es que cada vez son menos las que salen. España está siendo un país importador de jugadoras, y eso es por el nivel de la primera división. Cada vez hay mayor nivel, cada vez las estructuras están más profesionalizadas, las jugadoras tienen mejores condiciones, y los clubes españoles son capaces de retener a las jugadoras con más talento, porque, al final, las ofertas son similares a las que pueden recibir en países extranjeros. Sí que hay jugadoras que pueden salir y quieren vivir la experiencia de otras formas de jugar, de otro país, de otros idiomas, de otras compañeras, y eso es positivo. Pero también es positivo que muchas se queden aquí porque lo que hay les atrae y les gusta.
Supongo que, en algunos casos, es mejor para las jóvenes quedarse más tiempo en España y alcanzar así cierto nivel de madurez mental antes de marcharse a otros países.
Sí, completamente de acuerdo. Si se van de sus casas muy jóvenes, es un poco una lotería, una ruleta, que esa jugadora se desarrolle bien. Hay muchos peligros y, en este aspecto, hay malas experiencias de jugadoras que se han ido demasiado temprano de sus casas y luego sus carreras deportivas no han sido todo lo que apuntaban. Si esas jugadoras esperan un poco más de tiempo y tienen la protección familiar y esa guía y esa ayuda de los padres, es mucho más positivo para ellas.
Artículo por cortesía de @onubacomms, especialistas en contenido digital multilingüe y promoción del fútbol femenino.